Según informó el Ejecutivo foral, las empresas promotoras de las iniciativas son BeeCycle, Hahn Iberia y Glide Energy. El consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, remarcó que los dos primeros proyectos “conectan con los objetivos del Ejecutivo foral de fomentar iniciativas de economía circular y convertir Navarra en una región ejemplar en transición ecológica”, contemplados en la Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra S4. La planta de BeeCycle está ligada, además, con el eje de la movilidad eléctrica y conectada “priorizada” en este plan estratégico.
“Por su parte, el proyecto de generación de biometano y biofertilizantes de Glide Energy está directamente vinculado con el objetivo del Gobierno de Navarra de generar una industria de la energía verde, uno de los seis sectores también priorizados en la Estrategia de Especialización de la Comunidad Foral. Proyectos que encajan en nuestra transición ecológica empresarial”, señaló Irujo.
BEECYCLE
La empresa BeeCycle va a ofrecer una solución de circularidad al problema de la gestión de fin de vida de las baterías de ion de litio (Li-ion) y lo hará, además, “de una manera sostenible” tanto en términos económicos como medioambientales. La planta, planificada en Caparroso y cuya inversión asciende a los 18,5 millones de euros, aspira a convertirse en “un actor clave” en el contexto del reciclaje de baterías a nivel estatal. Además, el proyecto está impulsado por la navarra BeePlanet, que dio sus primeros pasos en los viveros de CEIN y que cuenta actualmente con un decidido apoyo de Sodena.
En concreto, la planta se centrará en el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos (VE), con la posibilidad de extender ese proceso a baterías eléctricas de otros orígenes. Así, se construirá en una parcela de 31.409 metros cuadrados ubicada en el polígono industrial de Caparroso. La mayor parte de la inversión, unos 10 millones, será destinada a la adquisición de maquinaria de reciclado de última generación. La construcción de este proyecto comenzará en 2025 con el objetivo de iniciar su actividad en 2026. Se estima que la fábrica permitirá crear veintiséis puestos de trabajo a tiempo completo al inicio de la producción, que ascenderán a 72 empleos en el año 2030, con la planta a pleno rendimiento.
HAHN IBERIA
Por su parte, la empresa Hahn Iberia tiene previsto ampliar sus actuales actividades de reciclado de plástico en el polígono Perguita de Los Arcos incorporando el proceso de acondicionamiento mecánico del residuo que trata y la fabricación de productos con él, con más de 2.000 referencias en catálogo. En su proceso de implantación contó con la ayuda técnica de la Asociación de Empresas de la Merindad de Estella (Laseme) y Sodena.
La empresa prevé invertir 18 millones de euros para la implantación y puesta en marcha de esta nueva línea de negocio, que requerirá la construcción de diferentes naves, la dotación de maquinaria y los equipos necesarios en el proceso y almacenamiento en silos, centros de transformación y otras instalaciones auxiliares. La nueva actividad generará 73 puestos de trabajo, 52 de ellos en puestos de producción y 21 personas en oficinas.
GLIDE ENERGY
Por último, Biometano Sesma es una empresa 100 % propiedad de la sociedad Glide Energy, dedicada al desarrollo e inversión de proyectos de producción de biometano y biofertilizantes, así como de otras energías renovables en España. La planta se dedicará al tratamiento y valorización de subproductos animales y vegetales, así como de residuos de la industria alimentaria de la zona, para producir tres productos mediante un proceso de digestión anaerobia: biometano, digerido con valor fertilizante y CO2 de origen biogénico. Los tres productos obtenidos se utilizarán principalmente en el área geográfica donde se implantará esta planta en la localidad navarra, lo que profundiza en el carácter circular de la iniciativa.
La empresa calcula que su actividad evitará cada año el vertido directo al campo de unas 80.000 toneladas de purines y 50.000 toneladas de estiércoles y gallinaza. Así, a lo largo de la vida útil del proyecto (25 años) se evitará la aplicación de un total de 3,25 millones de toneladas de residuos ganaderos al campo.
El proyecto, que Sodena ha acompañado y facilitado contactos con los diferentes departamentos del Gobierno de Navarra, prevé una inversión total de 28,7 millones de euros, destinados principalmente a la planta (25,2 millones). Supondrá además la construcción de un gasoducto, que tendrá un coste de 526.020 euros. El proyecto prevé la creación de doce empleos directos y 35 empleos indirectos durante todo el periodo de operación de la planta, que se estima superior a 25 años. En la etapa de construcción de la instalación se prevén crear 50 empleos directos.